Piden pista

Peñarol superó a Boca 84-77 como local, por la Liga de Desarrollo. Franco y Fazzini, destacados con 17 puntos cada uno. La cantera “milrayita” sigue dando que hablar.

La gira para los xeneizes empezó de la mejor manera. La visita venía con el pecho inflado tras vencer nada menos que a Bahía Basket (68 a 61) en el Osvaldo Casanova. Toda una sorpresa para la LDD que dominan los bahienses, una victoria resonante que quería confirmar en Mar del Plata ante Peñarol la escuadra de La Boca. Pero en su casa, el “Milrayitas” sólo sufrió un tropezón, lo que no le modifica la confianza al presentarse en el Domingo Robles ante su gente. La motivación abunda en un equipo repleto de hambre.

Nicolás Franco levantó el telón con un triple y dos conversiones con movimiento previo de poste bajo, de espaldas al aro. Peñarol irrumpió en la velada 10-2 con el santafecino dueño de las acciones. Rápidamente Boca acudió a la cita y emparejó hasta ponerse al frente por primera vez, 11-10. En adelante se vio la esperada paridad entre dos equipos protagonistas de la Conferencia Sur (en la previa, los marplatenses llegaban terceros en la taba y Boca cuarto). La primera manga la terminó arriba Peñarol por la mínima, con un buen cierre de Monacchi liderando la ofensiva.

Los aleros con su versatilidad, le han dado mucho a Peñarol en esta LDD. El progreso de Fazzini no detiene su marcha (incluso ya es parte de la rotación habitual en LNB) y en el segundo cuarto “Vittu” apareció con 6 puntos. El “Milrayitas” tomó distancia 27-22 en el arranque, lo cual en el corto marcador que ofrecía el juego era un oasis en el desierto. El local sacó 8, estando 37-29 el tablero, pero Boca limó 2 puntos la desventaja. Es que el “Xeneize” tiene jerarquía en sus jugadores. Demostrado pese a la noche casi perfecta del conjunto de Belza en los primeros 20 minutos de partido, donde en defensa asfixiaron al rival presionando el balón, tomando riesgos para negar la línea de pase. Y en ataque produjeron 41 puntos. Aún así Boca no permitió darle dos dígitos de diferencia al local, gracias a Barreiro (10 puntos) y Bione (7 desde el banco).

El plan diseñado continuaba siendo ejecutado a la perfección por Peñarol en el tercer período. Estirando 49-40, la defensa preponderaba en el andar del equipo. Boca se hacía cada vez más dependiente de las decisiones de Facello, su base. El protagonismo del armador intercambió buenas y malas, lo que hizo descifrar cuál sería la búsqueda de los xeneizes en cada ataque. Cortarle la conexión con el resto de los circuitos pasó a ser el objetivo defensivo del local. Adelante, un pickandroll ideal con Valinotti y un pase picado mano izquierda como una daga, la caída a tiempo de Juan Fernández con bandeja de zurda, sacó 10 de ventaja para el dueño de casa de cara al último cuarto. En lo colectivo, el “Milrayitas” era superior.

La grieta se abrió hasta los 11 puntos. El “Xeneize” no le encontraba la vuelta al partido aunque los primeros aportes de su promesa estelar, Agustín Caffaro, lo mantenía al acecho. Muy tarde. Franco en la pintura, Fazzini todo terreno y la cabeza de Marcos, eran el oxígeno de Peñarol que se mantenía la frente pese a los arrebatos de Barreiro, goleador con 17 en el visitante. Boca se quedó sin aire, no tuvo ideas para retornar a la pelea y el triunfo se le fue yendo cada vez más lejos. El local supo gestarlo desde el “vamos”, mantenerlo, darle la forma y festejarlo al concluir la noche. 84-77 para el “Milrayitas” y un paso más en el torneo.

Peñarol, más allá de los resultados, está consiguiendo respuestas de lo que sembró. La camada de jugadores en la LDD ratifica que el sendero es éste. Darles rodaje a los jóvenes, adecuarlos a un contexto pertinente y desarrollarlos. El camino está bien y que jueguen minutos en LNB, genial. Aunque sea en partidos “chivos” como está ocurriendo en esta Liga. Es mentira que hay que proteger a los pibes de los partidos decisivos. Son los mejores para que experimenten situaciones nuevas. Lo que los daña, es que la presión recaiga en ellos. Si Peñarol como institución en general (jugadores, entrenadores, dirigentes e hinchas) sigue apostando a su cantera, independientemente de la “urgencia” que le genere su presente en la máxima categoría, y lo hace de la manera en que viene haciéndolo esta temporada, obtendrá grandes cosechas. El futuro ya llegó.

Síntesis:

Peñarol (84): Marcos 12, Monacchi 14, Gorosterrazú 8, Fazzini 17 y Franco 17 (FI). Valinotti 4, Fernández 6, Gutiérrez 0, Tieri 2, Perazzo 0 y Barón 4. DT: Belza,

Boca (77): Facello 15, Zucalli 9, Barreiro 17, Cavallero 8 y Caffaro 8 (FI). Bione 14, Germano 3, Heredia 3 y Lerosse 0. DT: Fernández.

Parciales: 19-18, 41-35 y 63-53.

Árbitros: Arto – Pagani (Mar del Plata).

Cancha: Microestadio Domingo Robles (Peñarol).

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*Jugadores destacados:

Nicolás Franco (Peñarol): cuando está centrado en lo que tiene que hacer, es determinante. Doble-doble con 17 puntos y 12 rebotes. Muestras de mejoría en defensa y sobretodo en sus recursos ofensivos: progresando en su lanzamiento a media y larga distancia.

Agustín Barreiro (Boca): el alero (2 metros) de Cañuelas (18 años) sigue madurando sus aptitudes. Físicamente está cada vez más explosivo y con mayor plasticidad. Técnicamente, adaptándose definitivamente al perímetro. 17 puntos y 9 rebotes, con 6-9 en tiros de campo y 4-4 en libres. Estos últimos números dejan a las claras que no es el protagonista ofensivo de su equipo, pero con efectividad aprovecha y le saca el jugo a su rol. Muy interesante.

Vittorio Fazzini (Peñarol): la muestra de carácter y perseverancia en el “Milrayitas”. Rueda de auxilio de sus compañeros. Confianza por las nubes, alta como sus brincos. Su intensidad lo ha llevado a ser respetado en la categoría. Goza de minutos en LNB. Ante Boca, firmó 17 puntos y 6 rebotes en la planilla individual.