Jugando uno de sus mejores partidos de esta segunda fase, el Tomás de Rocamora derrotó a Quilmes 91-79 por la decimotercera fecha de la Zona Sur del TNA, cortó así una racha de cuatro derrotas y además sigue prendido en la lucha por la clasificación.
Por su parte, Quilmes bajó al tercer puesto del grupo con 24 puntos, medio debajo de Huracán de Trelew.
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El Rojo saltó a la cancha con cuatro caras repetidas y la novedad de Matías Novello. Los quintetos salieron con mucho ímpetu y en un trámite de ida y vuelta los triples marcaron la tendencia. Por esta vía el local sumó nueve puntos, mientras que la visita consiguió seis y, como era de esperar, en ofensiva casi todas las bolas fueron para Essengue.
El dominio fue cambiando de manos, pero ninguno pudo escaparse más allá de los tres puntos hasta que, a dos minutos para el cierre del cuarto inicial, Rocamora sacó cuatro. Sin embargo, el equipo de Amden después pagó caro la gran cantidad de faltas que sumó y se fue perdiendo por tres.
La actitud de Rocamora fue distinta en el primer minuto y medio del segundo cuarto. No permitió conversiones, marcó muy bien y en esa ráfaga pasó a ganar el partido por tres.
Aunque Quilmes nunca simplificó las cosas y recién sobre la mitad del parcial el Rojo consiguió escaparse por diez, en un gran pasaje, con un triple de Bergel y otras dos bombas consecutivas de Jaworski.
Rocamora se mostró muy firme en esta parte de la noche, en cambio Quilmes perdió puntería y volvió a quedar diez puntos abajo tras haber recortado la distancia. Amden aprovechó para darle rotación al equipo, éste jugó con la necesidad del rival y pudo haber cerrado por una diferencia mayor el primer tiempo y se quedó apenas en un mezquino 50-45.
El segundo tiempo comenzó también a todo vértigo. Quilmes trató de encontrar mayor efectividad en Essengue, mientras que Rocamora de la mano de Jaworski y Calvelli no sólo logró conservar la ventaja sino que a falta de siete minutos para el cierre metió a la visita en penalización.
Con este karma al Tricolor se le hizo muy difícil defender y esto Rocamora lo aprovechó. Primero desde la línea y después con un doble, Lauría alargó a diez la ventaja y Leandro Ramella llamó inmediatamente a los suyos al banco.
Rocamora mostró pasajes de gran básquet, moviendo la bola de un lado a otro, puso a Quilmes casi contra las cuerdas al sacarle 13 puntos. Después bastó que la naranja no entre por más de un minuto para que los marplatenses descuenten y sigan con vida. Pero lo mejor estaba reservado para el final, donde primero Davico y después Novello, con un triple sobre la chicharra, hicieron que se levantara la mayoría del estadio (73-61).
Quilmes arrancó a puro nervio el cuarto final. Pasaron cuatro minutos y apenas pudo anotar dos libres a través de Ríos. El ritmo de Rocamora bajó pero se mantuvo adelante con la nada despreciable ventaja de 14 puntos. Y después fue aún mayor porque Jaworski estaba imparable y fue una pesadilla para la visita.
Rocamora logró cerrar sin problemas el juego: con solvencia, con audacia, con tranquilidad y por momentos con lujos. Si el rival de anoche era el escolta de Sport Club, por lo menos antes del inicio de la fecha, en Concepción no se notó. Los uruguayenses ganaron con autoridad cuando más hacía falta y la pelea por la clasificación sigue más viva que nunca.
Fuente: Prensa Rocamora
