Kimberley sufrió la lesión de Lucas Iriart, pero salió adelante y le ganó 71-64 a Estudiantes de Bahía Blanca en el Valentín Pérez.
Los 22 puntos y 10 rebotes de promedio del base nacido en Lobería, Lucas Iriart, marcaron el ritmo de Kimberley en los primeros dos triunfos en el certamen. Pero el armador, cuando empezaba a tomar el control de las acciones, sufrió una lesión de tobillo en el octavo minuto de juego vs el Estudiantes bahiense y dejó la cancha, sin volver a ingresar. El golpe fue duro para sus compañeros, no obstante Imanol Hernández fijó el objetivo en reorganizar las piezas, y con la conducción en manos de Diego Valdés, el “Dragón” se sobrepuso.
La visita terminó el primer cuarto al frente por un doble. El dribbling y las penetraciones de Matías Couselo, más la presencia de Salas y Duvanced en la pintura, demostraban las buenas herramientas de Estudiantes en Mar del Plata. En la segunda manga el trámite continuó equilibrado, pero con un Kimberley algo más duro en defensa. El “bicho verde” entendía que atrás estaba la clave para quedarse con el triunfo y, a pesar de llegar al descanso largo abajo por la mínima, seguía confiando en su plan.
Al regresar de los vestuarios, el “Albo” lució intenso de arranque. Escapó por 6 con cambios defensivos a tiempo y el aprovechamiento de sus recursos adelante para capitalizar los recuperos. Fue un lapso de 4 minutos donde el local parecía extrañar a una de sus figuras, pero aparecieron las alternativas. Mansilla encabezó el ataque, con un Roteño a pura dinámica como ladero. La sensación que dejó el tercer cuarto fue la de un equipo con talento individual, el bahiense, ante un Kimberley que no se iba a dejar caer fácilmente.
Sin embargo, de resistir pasó a imponer el dueño de casa. En el inicio del último cuarto, Maeso cerró definitivamente el aro propio con sus ayudas, y el perímetro se contagió para generar una barrera impasable. La defensa verdiblanca permitió sólo 10 puntos en el parcial decisivo. El resto de la victoria fue asegurada por la paciencia, para focalizarse en el juego de equipo, creer en él y ejecutar. Entre Valdés, Roteño y Boyne, con los escoltas ayudando al traslado, Kimberley soportó la constante presión de Estudiantes y terminó de inclinar la balanza a su favor. Diego Valdés, a 4 minutos del cierre, anotó una bandeja con dos marcas encima para poner el marcador 61-55. En ese momento el interno visitante, Nahuel Zanabria (aportó 15 puntos, importante convirtiendo las descargas cerca del aro), salió con una contractura. El conjunto visitante empezó a vislumbrar un final complicado, y Kimberley creció hasta liquidar el partido.
Otra vez, Valdés penetró por el eje y cuando el reloj marcaba 1:57, depositó un nuevo doble para dejar a los suyos 66-57 y empezar a sentenciar el pleito. No hubo triple que desespere al local, que culminó el trabajo de manera sobria y firmó su tercera victoria en igual cantidad de presentaciones. El Valentín Pérez reconoció el esfuerzo de un equipo que volvió a jugar como tal, y desató un merecido festejo en su casa.
Síntesis:
Kimberley (71): Iriart 6, Valdés 21, Mansilla 11, Arenal 3 y Maeso 7 (FI). Sigismonti 5, Lucini 0, Andre 3, Boyne 3, Genga 2 y Roteño 10. DT: Hernández.
Estudiantes de Bahía Blanca (64): Couselo 15, Albisu 0, Salas 16, Zanabria 15 y Duvanced 5 (X) (FI). Fernández 2, Rosso 3, Gómez 4, Garriz 0 y Torche 4. DT: Romerniszcyn.
Parciales: 19-21, 36-37 y 53-54.
Árbitros: Leguizamón – Pagani (Mar del Plata).
Cancha: Valentín Pérez (Kimberley).
